Desde Carlos III a Fernando VII, pasando por Napoleón Bonaparte, todos alguna vez parecen haber pronunciado esta frase que, por otra parte, no demuestra ser ninguna genialidad y es un hecho que muchos de los protagonistas de importantes hechos históricos pudieron haberla utilizado en algún momento de su vida.
No obstante, una creíble versión sostiene que fue el emperador Augusto (y por cronología, precede obviamente a los demás) quien solía exhortar a sus servidores diciéndoles "Apresúrate lentamente".
Con el tiempo, la expresión habría sufrido variantes, pero manteniendo siempre la vigencia con la que llegó a nuestros días y a través de la cual se aconseja a otra persona a que actúe con calma y tranquilidad en el momento más delicado de una situación, debido a que cuando se procede apresuradamente, lejos de abreviar problemas, esa premura suele entorpecer y malograr los mejores propósitos.
Fuente: DEL DICHO AL HECHO... Profesor Esteban Giménez
Cayo Julio César Octavio Augusto. En latín Caius Iulius Caesar Octavianus. (23 de septiembre 63 adC–19 de agosto 14 dC), de nombre Octavio durante el periodo de su vida anterior al año 27 adC, es considerado como el primero, y más importante de los emperadores romanos, aunque él mismo no se consideró como tal durante su reinado, prefiriendo usar el título republicano tradicional de princeps civium (esto es, el primero de los ciudadanos). Augusto mantuvo externamente las instituciones republicanas, pero en realidad reinó como un autócrata durante más de 40 años. Acabó con un siglo de guerras civiles y dio a Roma una era de paz (Pax Romana), prosperidad y grandeza imperial.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A9sar_Augusto
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