Antes de comenzar a definir, pediré encarecidamente a los lectores un minuto de silencio.
Muchas gracias.
(Se ruega a las personas impresionables que no continúen la lectura, ya que contiene material explícito acerca de temas que pueden excitar su impresionabilidad, [Nota del Autor])
Una vez realizados todos los preámbulos, he aquí lo que sigue:
Mientras buscaba sinónimos de fallecer en el diccionario, me vino a la mente la reflexión de que, indudablemente, el tema de la muerte es tabú en nuestra cultura occidental, con su típico apego a la vida, a juzgar por la enorme cantidad de sinónimos de morir, sean verbos, frases o expresiones coloquiales. Me arriesgo a decir que para muchos, las palabras muerte y morir, así como sus sinónimos llegan a ser verdaderas “malas palabras”. Todas ellas están teñidas por el sufrimiento cultural de la pérdida y el duelo subsiguiente, motivo por el cual, a lo largo de la historia nos hemos esforzado en ocultarlo debajo de la gruesa alfombra del disimulo, el sarcasmo, el optimismo y todos los demás posibles artilugios.
De todo este tema, lo que más me ha llamado la atención es la cantidad de expresiones coloquiales que giran en torno al verbo morir, más que el extenso listado de verbos sinónimos.
Entre ellas, la que intitula a este post y otras de la misma índole, que nuestra riquísima lengua popular (Calamaro dixit) nos ofrece:
“irse al otro mundo”
“irse al otro barrio”
“doblar/torcer la cabeza”
“estar fiambre” (Argentina)
“mirar los rabanitos desde abajo” (Argentina)
“salir con los pies/las patas para adelante” (Argentina, haciendo clara referencia a cómo se empuja un cuerpo en una camilla)
“irse a la quinta del Ñato” (Argentina)
“colgar los guayos” (Colombia)
“ponerse el traje de madera” (España)
“irse a criar malvas” (España)
“liar los petates” (México)
“colgar los tenis” (México)
“entregar el equipo” (México)
Entre otras con significado similar, pero más benévolas figuran: “pasar a mejor vida”, “apagarse” (opcional: como una vela), “cerrar los ojos”, “dar el último suspiro”, “irse al cielo”, etc.
El origen de estirar la pata, según la fidedignísima aseveración de nuestro gran amigo, el frondosamente experimentado y nunca bien ponderado José “El Antiguo”, radica en la forma en que mueren los pajaritos. Según me ha referido personalmente Don Pepe, como cariñosamente le llamamos en nuestro círculo íntimo, los canarios y otros tipos de aves de diminuto porte, domésticas o silvestres (las cuales en mi país llamamos, con inspirada originalidad, pajaritos), al morir adoptan una rigidez característica: con las patas estiradas hacia delante, las cuales, al yacer sobre el dorso los cuerpos a los que aun pertenecen, quedan apuntando hacia el cenit en lugar de apuntar hacia abajo, como cuando se hallan parados. Quienes hayan conocido de cerca a los pajaritos, darán fe por sí mismos de la afirmación de Don Pepe. Quienes no hayan visto fenecer una de estas avecillas, deberán saber que si las encuentran con las patas estiradas hacia delante, será en vano que insistan en soplarles las partes íntimas en franco intento de reanimarles. Ya no habrá soplido que pueda hacerles aflojar esas patitas, ni volver a hacerles levantar el vuelo, desdichadas criaturitas de este mundo.
Espero, sinceramente, no haber herido la susceptibilidad de ninguno de ustedes y dejaré por hoy el teclado en reposo para irme a estirar las piernas, que no es lo mismo que ya saben qué.
Salut!
5 comentarios:
Dicen tambien que Templó Carcho, y quisiera saber el significado.
Soy de México y ni siquiera usamos la expresión "liar"
Decimos "petatearse"
Vulgarmente también se dice Templar Cagalera, haciendo referencia a la rigidez de la cadera, con las piernas estiradas.
También se escucha en provincia, Chupar Gladiolos, haciendo referencia a la abundancia de esta especie vegetal en algunos cementerios
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