Soltar los galgos

El galgo es un perro que se caracteriza por ser muy rápido en la carrera, especialmente cuando le sueltan la liebre. Los que hayan visto alguna vez una carrera de galgos comprenderán que me refiero a cuando los organizadores de estos eventos bastante patéticos hacen circular un cuero de liebre tirado por un alambre a lo largo del lateral interno de un circuito por donde hacen correr a los pobres perritos, al tiempo que ellos apuestan para ganar o perder dinero a costillas del “sudor de la frente” de los velocistas caninos.

Esta descripción se relaciona de una manera muy directa con la locución que hoy les presento, análoga de Arrastrar el ala y que se utiliza informalmente (casi al borde de la chabacanería) en mi país argentino para referirse al cortejo o a la insinuación de intenciones amorosas (cuando estos resultan desmedidos), especialmente de parte de un varón hacia una mujer.
En otros países, al menos en Colombia, Ecuador, Venezuela, México, Guatemala y Puerto Rico (ver Jergas del Habla Hispana y Asihablamos.com), se utiliza la frase “echar los perros” con la misma intención.
El origen de la que da título a este post, tal vez radique en una deformación interpretacional de esta última, originada quizás en la comparación entre el acto de echar los perros y las carreras de galgos. De todo esto no he podido hallar evidencia publicada, tan solo testimonios orales de algunos miembros del Comité Conjeturador Basado Solo en Imprecisas aunque Loables Evidencias de la Tradición Oral (Co.Co.Ba.S.I.L.E.D.T./O.) de Definiciencia Popular.
Más claro, aunque bifurcado, es el origen de “echar los perros”, locución que posee varios significados según las fuentes consultadas, desde “cortejar” (ver más arriba) hasta “regañar, reprender con fuerza” (Word Reference Forums), pasando por “dificultad para alcanzar a una persona o para obtener algo” (Babylon®). En Los Foros de Proverbia.net, nos comentan que su origen “se remonta a la antigua lidia. Cuando un toro se mostraba renuente a embestir, se echaba al ruedo a una jauría de perros adiestrados, los cuales, a fuerza de mordiscos y ladridos, hostigaban a la res. Si aún así el toro se continuaba mostrando señales de mansedumbre, era condenado a la puntilla.” Sin embargo, existe al menos otra versión que atribuye el origen al frenesí con que persiguen los machos caninos a sus hembras en celo (Breviario Popular Mexicano.pdf).
Pues bien, cuando escuchen que alguien le tiró los galgos a otra persona, no tendrán necesidad de poner cara “como la del perro cuando alguien le canta” (versión delicada de otra frase que no puedo citar porque hay menores presentes), queridos lectores, ahora que saben de qué habla la gente que utilizar esta locución.
Muchas gracias por vuestra preciosa atención y...

Salut!

Foto: Getty Images

2 comentarios:

Martín de Santa Fe dijo...

yo siempre relacione el origen de la frase "tirar los galgos" (el sentido siempre fue claro)con el hecho de la la caza con perros y referido a eso cito textual a wikipedia

"En España, el Galgo fue utilizado para la caza mayor en monterías y para la caza de la liebre en campo abierto, donde el perro caza la pieza sin la intervención del hombre tras una persecución. Este tipo caza, que en la actualidad tiene carácter deportivo, en el pasado era un acto de prestigio social en el que la caza era un pretexto para demostrar quién era el poseedor del mejor ejemplar."

salvando las distancias existentes entre el hecho de querer conquistar a una persona, y querer cazarla en ambos casos se intenta conseguir algo, quisas esquivo, y los galgos son recursos.

esto es una conjetura, no se el origen real de la frase, pero me parece que es una posibilidad

Unknown dijo...

Los galgos son las manos!