Dudo que alguien desconozca o no llegue imaginar a qué se refiere la lapidación con que comienza esta locución verbal coloquial. A quienes acierten, les daremos como premio una insignia dorada de Definicientífico Popular y automáticamente pasará a ser miembro del escalafón de Actividades Inespecíficas Derivadas del Ocio y la Holgazanería (A.I.D.O.H.), palco V.I.P. del anfiteatro-estilo-griego-antiguo de nuestro blog.
Efectivamente, las piedras se refieren al granizo (quienes no hayan acertado, deben quedarse después de hora a lavar los vasos descartables, rasquetear las bandejas de cartón, afilar los mondadientes que hayan quedado enteros y planchar las servilletas de papel que no estén demasiado manchadas).
Este origen pluvial de la frase, quizás no aclare (a menos que soplen vientos específicos para cada región –El Pampero, para la Argentina-) demasiadas cosas acerca de su intestino significado.
De más está agregar, (aunque siguiendo a Fontova (*), ‘más vale que sobre y que no le falte’) que quien haya visto granizo sin lluvia alguna vez, desde ya será adjudicatario de nuestro ‘Pinocho (**) de Oro’, quedando el de plata para repartir entre los que no puedan ser incluidos en ninguna de las clasificaciones hasta aquí mencionadas.
Juntando todo lo anterior, si “cayera piedra” sin llover, lo menos que nos llevaríamos serían unos cuantos coscorrones y no menos de una -extremadamente desagradable- sorpresa. Con esto se van disipando las nubes que obstaculizan ver el radiante significado del dicho.
En efecto, cuando al estar uno en una grata reunión con gente “del mismo palo” –amigos, colegas, etc.-, se hace presente de manera inesperada alguien que no es de nuestro mayor agrado o que quizás no resulte depositario de nuestros mejores sentimientos, estaremos habilitados (por la Comisión Administradora de Descalificativos e Insultos Sutiles de Definiciencia Popular –C.A.D.In.S.De.Pó) para comentar a viva voz y gritar al cielo “¡Cayó piedra sin llover!”, precedida por la interjección que corresponda, según el sitio geográfico donde se esté (por aquí solemos decir ¡Uhh!).
Los más discretos escriben las frases en las servilletas que los perdedores del segundo párrafo han planchado con gran esmero y las hacen circular hasta que llegan a las tapas de algún medio gráfico especializado en espectáculos.
Si es que aún no han entendido, que alguien arroje la primera piedra!
Salut!
Imagen: Borja Agudo, Mitxel Atrio y Maika Salguero
Referencias:
1 comentario:
Me recuerda a una frase un poco mas ordinaria ... pero sobre la lluvia je
Saludos!
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