Para ellos el sentido es idéntico. Y todavía están los que hacen distingo acerca de la aplicación del tres o del cinco. Los que la emplean en la primera forma sostienen que se refiere a lo fácil que resulta criticar: frente a cualquier minino, sea persa o atorrante, hasta el más torpe encuentra los tres pies requeridos. En cuanto a lo de la quinta en no querer aceptar, por mala fe o ignorancia, la realidad tal cual ES. Una cuarteta anónima resume muy bien este dilema trivial: "El normal cuatro presenta, tres si le falta una sola, y cinco si quien las cuenta toma por pata la cola” una solución salomónica, como se ve. (Fuente: Tres Mil Historias, de Héctor Zimmerman)
Héctor Zimmerman nació en Buenos Aires y ejerce el periodismo desde hace cuarenta años. Fue redactor y después secretario de redacción de la revista Claudia, de Editorial Abril. Durante su paso por ésa y otras redacciones recibió diversas distinciones, entre otras el Premio Pléyade, otorgado en 1991 por la Asociación Argentina de Editores de Revistas. Su trabajo sobre “Periodismo y publicidad” mereció el premio Grant Advertising. En ficción, obtuvo el Primer Premio en el tercer concurso de cuentos policiales organizado por la revista Vea y Lea. Actualmente alterna su actividad de periodista con el interés por la lingüística. Es autor de Tres mil historias de frases y palabras que decimos a cada rato (Aguilar, 1999).
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