Al Divino Botón

El amigo D'Artagnan tuvo una revelación al acceder a las “Tres Mil Historias de Frases y Palabras” de Héctor Zimmermann, donde el autor nos ilumina con esta genial descripción del significado y origen de esta expresión.
Dice Zimmermann "'…después de una hora perdida al divino botón…' escribe Marco Denevi en su cuento Charlie, esta expresión, común en le habla de los argentinos, se aplica a lo que se dice o hace sin objeto definido o sin resultado.
Menos usual es una variante de la misma frase, 'al santísimo botón', que también relaciona la botonería con lo místico y con la inutilidad de una acción. Dos datos sugieren que no se trata de un botón cualquiera de camisa. En italiano 'butonelle' son las cuentas del rosario ... En francés la frase 'filer de chapeler' (desgranar el rosario) equivale a hablar mucho y sin sentido, como quien pasa las cuentas en vano y porque sí. La expresión se refiere a las cuentas del rosario, es posible que ella naciera de alguien que perdió la fe a fuerza de orar sin ser escuchado. Con el tiempo, esa actitud se borró de la frase y lo de “divino”, perdió su sentido original. Hoy da tanto decir que obramos al divino o al santísimo botón, para afirmar que hemos hecho las cosas al cohete" (o "al cuete", agregamos nosotros, que somos menos "polite" que Zimmermann).
De más está decir que nos ha parecido una excelente versión y deseamos aclarar que la veracidad corre por cuenta y obra del autor, invitando a quienes tengan una versión diferente que prometa ser tanto o más auténtica que ésta (aunque provenga del más íntimo genio creativo del aspirante a definidor popular) a escribirnos sin el menor recaudo, para que nuestro Equipo Seleccionador de Definiciencias Populares seleccione las mejores (o las peores, por qué no?) ocurrencias o evidencias provenientes de vuestro estimadísimo aporte.
Nuevamente, un placer.
Los Creadores

2 comentarios:

Walter Hego dijo...

No, no, la posta está acá:

https://www.facebook.com/GuillermoRiqueVicens/media_set?set=a.10204260907623938.1073741887.1265525350&type=3

Sor Etel dijo...

Tomar en cuenta otra acepción popular del vocablo botón. Tras las inevitables comprobaciones de que con las plegarias no zafaban de las enfermedades, ni ganaban la lotería, ni conseguían la actividad sexual anhelada (la fórmula trinitaria de salud-dinero-amor), a los fieles orantes sólo les quedaba apaciguar el aspecto represor-policial de la deidad. Por eso concluían en que los rezos no servían para conseguir lo deseado, sino que eran dirigidos al divino botón.