¡Qué lo disfruten, queridos lectores!
Salut!
Tirar a la marchanta
(En su totalidad por Mme. “La Précision” y CIA.)
“Marchanta” parece provenir del fr. “marchand” (traficante), y este a su vez de “merchant” (comerciante). En castellano, dieron “merchante” (comerciante) y “merchán”, que es apócope de la primera forma. (Fuente: D.R.A.E.)
A LA MARCHANTA, locución adverbial, es un argentinismo, y significa sin ton ni son, de cualquier manera, descuidadamente.
TIRARSE A LA MARCHANTA, frase coloquial, es otro argentinismo, y significa abandonarse, dejarse estar.
En cuanto al juego de arrojar figuritas por los aires puesto en práctica por escolares “vivarachos” (de otros tiempos, imagino, pues no puedo creer que los de ahora sigan siendo tan inocentones) para que los otros pibes se despanzurraran tratando de apropiárselas, entiendo que lo habrán copiado de una práctica común en Argentina –hasta no hace demasiado, porque yo la llegué a ver– que consistía en arrojar monedas para que se las disputaran los niños. Esto podía verse a la salida de las iglesias: los padrinos de las bodas tenían por costumbre tirar monedas a la marchanta, para que las agarraran los pibes, y si no lo hacía… “¡padrino pelado!” le gritaban.
(Las tiraban).
Y, a propósito, recuerdo: “los morlacos del otario / los tirás a la marchanta” etc., ya saben, "Mano a mano".
Apéndice
Comentarios Complementarios de un "Filólogo en Pantuflas" -transmitidos por Mme. La Précision-"
Mi hermano menor –un caradura que abreva de mí y luego se manda la parte...– se enteró del tema y aporta datos:
1) Dice que en un diccionario de voces de los argentinos, de Félix Coluccio, está registrado MANCHANCHA como la costumbre, ya casi perdida, de arrojar monedas para los niños a la salida de los casamientos y bautismos; pero agrega que él nunca oyó “manchancha” (“Mme. La Précision” tampoco).
2) Señala el parecido entre manchancha y marchanta y dice que puede haber existido contaminación... (eso también lo dicen Conde y Oliveri en sus diccionarios de lunfardo).
3) Dice que MANCHANCHA podría venir de MAN(O)-CHANCHA (por hacer alusión al hecho de tirar las cosas de cualquier manera, “a la que te criaste” – pues dice que proceder así es casi una chanchada).
4) De manera que –siempre según él– primero debe de haber sido “a la manchancha” y luego, tal vez por asimilar ese término casi desconocido a otro de uso común, se habría empezado a decir “a la marchanta”.
5) Finalmente, dice que en una obra de 1788, de Miguel de Learte, leyó el siguiente párrafo: “se difundió que me habían ahorcado y, suponiéndolo cierto, hicieron manchancho en Córdoba de mi hacienda” (es decir, se la repartieron de cualquier manera, sin miramiento, según lo que cada quien pudo apropiarse), y que si bien el término es manchancho (con o) resulta claro que tiene el mismo significado que manchancha (con a).
Todo puede ser y estas elucubraciones no me parecen tan descabelladas; pero aclaro que “Mme. La Précision” no avala los dichos de su hermano menor, pues considera que es un filólogo en pantuflas (¡Ja, a mamá mona con bananas verdes!).
Referencias
D.R.A.E.: Diccionario de la Real Academia Española
14 comentarios:
La Mme. y su hermano el menor agradecen a V.E. la publicación de sus comentarios.
Como siempre decimos:
El placer es nuestro.
Salut!
En nombre de
Los Creadores
A ver si tan nobles intelectuales pueden ayudarme...
los otros días teníamos una discusión un grupo de amigos de la facultad.
Los que somos de Córdoba, decíamos que se dice MANCHANCHA y no usamos MARCHANTA.
Mientras que una compañera de La Pampa y otra de Santiago del Estero, nos decías que era MARCHANTA. Para colmo escuchando a Calamaro, acabo de ver que dice Marchanta también...
Al parecer significan lo mismo pero se usan palabras distintas??
S.O.S.!!!
Al parecer, parece lo que le parece, amigo Jean "Le Cordobais", al menos según el diccionario de Félix Coluccio, como señalaran en el post Mme. "La Précision" y su "Filólogo en Pantuflas".
Gracias por comentar.
Salut!
Aado otro ribete:
En tucuman, lugar donde he sido nio y aun vivo (aunque no por mucho tiempo mas)los chicos dicen "a la machanchi!" mientras arrojan el consabido caramelo , figurita o similar para despanzurramiento rugbistico de sus amigos.
es evidente que todo sigue evolucionando, "contaminandose" , cambiando o como se quiera llamarlo.
Saludos desde Tucuman
Recuerdo que cuando vivía en Córdoba, solíamos usar el término "manchancha" que era tirar algo hacia arriba para que al caer, cada uno tomara lo que pueda. Es algo concreto y para una situación. Tiene en consecuencia diferencias con "marchanta" que es más amplio: Salir a la marchanta, o sea salir a lo que salga. Tirar a la marchanta. Puedo salir a hacer fotos a la marchanta, o sea a lo que se presente.
de acuerdo con que en cordoba se dijo siempre manchancha! debe estar en alguna cancion de la mona
En las provincias que originariamente estaban relacionadas lingüisticamente con el alto Perú Salta Jujy Tucumán se ha conocido con el nombre de "Marchanta" a la mujer vendedora de verduras frescas recorriendo los domicilios de sus clientes quienes la denominaban Con el apelativo de "Mi Marchanta" a esta persona se la solía tratar con consideración desde los hogares. Es posible que la edxpresión vertida en el tángo es posible que resuma la figura de actitud despectiva y/o frívola de la llamada "Percanta" que de origen seguramente no acomodado culturalmente é instalada en la casa "del Otario" Posiblemente adinerado tuviera actitudes despreciativas o poco consideradas con "su marchanta" o proveedora de verduras a domicilio. Considero que es una muy buena construcción de figura poética y una muy lograda frase. vertida al lunfa por un erudito.
Por otro lado es bueno recordar que en nuestras épocas de niños se estilaba. (cuando unos elementos a repartir no alcanzarian para darle uno a cada postulante) El Accionar se resumía en "Hacer un Manchancho" (masculino y singular) Esto se traba de: rebolear o arrojar hacia arriba los objetos en conjunto y que cada uno recogiera lo que pudiese. Esta acción se denominó y se denomina "Manchancho".
La acepción de uso corriente en Salta y Jujuy que informa con acierto y claridad el Sr Moreno Bini, ajusta adecuadamente al origen etimológico del término "marchanta" que sugiere el DRAE y que se cita acápite.
No así se corresponde esta entrada del DRAE ni el uso sureño del término local/regional(?) "manchancha" y/o "manchancho". Que rectamente significa lo que se ha agregado en el texto y en varios comentarios, y también lo que "los porteñitos"(*) mencionan como marchanta.
Agrego, no se si excedentaria u ociosamente luego de lo aportado por Moreno Bini, que el término en masculino también se usa en estas latitudes en una expresión muy común y de tipo quejoso/reclamativo/protestataria: "Hiciste un manchancho!", "Hizo un manchancho!" "Qué te parí, ¡mirá el manchancho que me estás dejando aquí! ¡LIMPIÁ YA MISMO ESTE MANCHANCHO, NENE, O TE CURTO EL LOMO A CHANCLETAZOS!".
La forma más general de expresar la acción, la verbal, es "Hacer un manchancho". En este caso no es de aplicación "manchanchear", que se usa definitivamente en el sentido de "tirar a la manchancha". El significado específico de "hacer un manchancho" es "hacer un despelote" con algo que ensucia mucho y/o es muy difícil de remover, limpiar, arreglar. Como, por ejemplo, lo que sucede cuando nos ponemos a pintar, a cocinar (especialmente si la preparación incluye la utilización de harina y huevos), a buscar una ropa que hace mucho que no usamos en cajones y placares, a cambiarle el aceite al auto y... y ese tipo de situaciones.
En mi caso, me ha tocado recibir el atento y estridente comentario en varios y diversos casos que involucraban alguno de esos ejemplos. Incluso en casos que involucraban a varios de ellos al mismo tiempo. Y me ocurrió hasta no hace tanto, no siendo precisamente un niño ya. Antiyer ligué una distinción de ese tono, sin ir más lejos. Ya de parte de mi hija, claro.
(*) Esto llamé hacia acá para no interrumpir allá. Es nada más para recordarle a los cordobeses, puntanos, cuyanos, santafesinos y hasta correntinos si te descuidás, que en lo que a los norteños (NOArteños, al menos) "porteñito" es todo aquel individuo, sin distinciones de raza, sexo, edad o creencias, que haya nacido hacia el Sur, más allá del Tucumán. Los santiagueños como que pegan en el palo; cuando empiezan a hoder demasiado enseguidita nomas pasan a ser "porteños", sin otro trámite ni previo aviso.
Bueno, espero no haberlos aburrido demasiado. No digo fastidiado, porque fastidiarlos sí fue mi intención. No a todos, claro. Solamente a los cordobeses con eso de que les dicen "porteñitos"... porteñitos de la Caaañada!... ¡Jajajajajjáaaa! ¡Chupate esa mandarina, cordoobé cumbiáo!
(mi e-address de referencia: santosteora@gmail.com)
Lo de tirar figuritas por el aire no era una inocentada. Era un juego de figuritas perfectamente reglado entre los chicos y se llamaba en algunos barrios: PUNTO Y REVOLEADA. Solo era posible con figuritas redondas de cartulina. (Las cuadradas de papel no servían para jugar a este juego.)
En un revoleo (lanzamiento de figuritas al aire) particular, al caer estas, quedaban en el suelo dos posiciones de figuritas:
• figurita “cara”: la que presentaba la imagen hacia arriba.
• figurita “seca”: la que presentaba la imagen hacia abajo y solo se le veía la cartulina en blanco del dorso.
ETAPA DE PUNTO: Dos o más chicos arrojaban desde cierta distancia (unos 2 metros) contra una pared dos figuritas cada uno. A esta etapa del juego se le llamaba “punto”. Y servía para decidir el orden de revoleo de todos los chicos competidores.
Para decidir ese orden de revoleo posterior, solo se tenía en cuenta la figurita de cada chico que quedaba más cercana a la pared. La figurita de cada chico más alejada de la pared no contaba para decidir ese orden. De esa manera se conformaba la lista de revoleadotes: primer chico para revolear, segundo, tercero, etc.
ETAPA DE REVOLEO: El primer chico de esa lista así conformada agarraba todas las figuritas y las arrojaba al aire. Al caer estas al suelo, solo tenía derecho a guardarse las “cara”.
El segundo chico de la lista recogía del suelo las figuritas “seca” del revoleo del primer jugador y las lanzaba a su vez al aire. También tenía derecho a recoger las figuritas “cara” como propias.
El resto de las “seca” pasaban al tercero para su revoleo.
Recogiendo solo las “cara” para sí cada uno y dejando las secas para ser revoleadas por el siguiente chico de la lista, se llegaba al último quien (como todos) tenía derecho a recoger las figuritas “cara” como propias de las que quedaban de su revoleo particular.
Si al revolear ese último chico, todavía quedaba un remanente de figuritas “seca”, se volvía a revolear por orden de lista las que restaban como al empezar el juego.
El juego terminaba cuando la última figurita revoleada salía “cara”.
Lucio V. Mansilla en su libro "Una excursión a los indios ranqueles" utiliza el término "manchancha" cuando narra que en el bautizo del hijo de una india él resulta ser el padrino, y al finalizar tira monedas a la manchancha, de lo contrario le gritarían ... "padrino pelao"
Aqui en Cordoba Toda mi niñez a los casamientos que fui de vecinos o parientes se les decia manchancha(el padrino de la novia tiraba al salir monedas al aire y los niños las recojiamos)también se tiraba arroz;Saludos.
Culiadaso...por q no se dejan de joder..en Córdoba se dice manchancha dijo la chancha...
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