Enroscar la víbora

Engañar a alguien, hacerle creer que es verdad algo que es falso o tratar de convencerlo de la calidad de algún producto o servicio. La expresión proviene de la época en que los vendedores ambulantes de la ciudad de Buenos Aires utilizaban -a manera de mascota- una serpiente (por lo general, una pacífica boa constrictor) que llevaban enrollada al cuello y acariciaban mientras recitaban su discurso. Como la fama de esos vendedores, a causa de la baja calidad de los productos que vendían, los hizo merecedores del mote de embusteros, la frase comenzó a aplicarse en los casos de intento de engaño.

Fuente: BELCA


Boa constrictor

La Boa constrictor, conocida también como jibóia en Australia, macajuel en Trinidad y Tobago[1] , es una especie zoológica de la familia de las Boidae.
Es una boa nativa de América, desde Argentina hasta el norte de México. Solo la subespecie Boa constrictor constrictor posee el final de su cola de un color rojizo.
Vive en hábitats con poca cantidad de agua, como desiertos y sabana, a la vez que se la puede encontrar en bosques húmedos y terrenos de cultivo. Es un reptil tanto terrestre como arbóreo.
Miden entre 0,5 y 4 m, dependiendo de la subespecie y el sexo del animal, siendo las hembras normalmente mayores que los machos. El mayor ejemplar en cautividad es una hembra de 5,5 m de Surinam que se encuentra en el Zoo de San Diego.
Presenta una atractiva coloración que consiste en superficies dorsales de tonos rojizos que quedan dentro de un fondo que puede ser blanco, rosado, marrón o dorado, dependiendo de la subespecie o los cruzamientos llevados a cabo en cautividad. Durante los días próximos a la muda, las serpientes adquieren una piel de color grisáceo poco vistosa y sus ojos se vuelven de color blanco cremoso.
En la naturaleza es raro que vivan más de 20 años, aunque en cautividad pueden alcanzar los 30 con relativa facilidad. En el Jardín Zoológico de Filadelfia se registró el caso de una Boa constrictor que llegó a vivir 40 años 3 meses y 14 días.

Fuente: Wikipedia

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Según me contó mi madre, a mediados del 1900 en la zona del obelisco había una especie de feria y entre los feriantes estaban los que te "enroscaban la viborita". Mientras estabas distraído un amigo de lo ajeno aprovechaba para apropiarse de las billeteras de los espectadores. Juan Cruz

Anónimo dijo...

Nada que ver con los punguistas. En la zona del obelisco no había ninguna feria, a lo sumo se referiría al antiguo Mercado del Plata.-