Al Que Quiera Celeste, Que Le Cueste

Quien anhela obtener algo muy valioso debe estar dispuesto a afrontar su precio, por alto que éste sea. El dicho y su moraleja guardan estrecha relación con un mineral, el lapislázuli, que se extrae de unos pocos lugares de Oriente. Con él se fabricaba un bellísimo color azul, muy resistente a la acción del tiempo, que por su procedencia fue llamado azul de ultramar. La gran rareza del lapislázuli y el alto costo de su transporte hicieron que su valor fuera comparable al del oro. Cuando los papas y los grandes señores del Renacimiento encargaban un cuadro, se estipulaba por contrato cuánta pintura de oro y cuánto azul de ultramar entrarían en la obra. Al mezclarse con blanco, ese precioso azul producía el celeste que originó la expresión. Pero existe también otra versión sobre ese origen, vinculada con la acepción religiosa de la palabra celeste, equivalente a celestial. En tal caso, serían los sacrificios realizados en la Tierra el precio de la gloria en el Cielo. Ambas versiones no se contradicen. Y ninguna de las dos deja duda de que cueste y celeste riman con muy justa razón.

Fuente: Tres Mil Historias de Héctor Zimmerman

El lapislázuli es una gema muy apreciada en joyería desde la antigüedad.
Se define geológicamente como roca, material compuesto de varios minerales. Los principales componentes son lazulita, silicato cálcico complejo que le proporciona el color azul característico, wollastonita y calcita, que producen el veteado gris y blanquecino, y pirita, que produce los reflejos dorados.
Tiene peso específico de 2,4 y dureza de 5,5 en la escala de Mohs. Reflejo vítreo y fractura concoidea. Es atacable por el ácido clorhídrico, hecho que facilita su diferenciación de otras rocas como la azurita.
Su color azul se consideraba símbolo de pureza, salud, suerte y nobleza, lo que motivó que fuera utilizado por egipcios, babilonios y asirios para aderezos y máscaras funerarias.


Usos
Prácticamente todo el lapislázuli utilizado en la antigüedad en Eurasia se obtenía de canteras situadas en las montañas de Afganistán, las cuales todavía son explotadas con procedimientos muy similares a los utilizados hace miles de años.
En América, los
incas y otras culturas precolombinas explotaron hace 2000 años yacimientos en Chile, en la zona de Ovalle, utilizándolo en máscaras y ornamentación.
El polvo del mineral, la azurita o lazulita, proporcionaba un pigmento azul, muy reputado entre los grandes pintores del
Renacimiento por su durabilidad. Leonardo da Vinci, Alberto Durero y Fra Angélico se referían al polvo de lapislázuli como «oro azul». En esa época, su precio igualaba al del oro.
En la actualidad se sigue empleando en joyería, habiéndose popularizado por la introducción en el mercado del lapislázuli estadounidense.


Etimología
Su nombre viene del latín lapis: ‘piedra’ (de donde viene también lápida y lapidar), y lázuli es la forma genitiva del latín medieval lázulum, que es evolución del árabe clásico lāzaward (‘lapislázuli’), éste del persa لاژورد lažvard y éste del sánscrito rāja-āvárta: ‘real joya’, lapislázuli (siendo rāya: ‘rey’ y āvártam: ‘pirita [mineral ferroso], marcasita, marquesita, piedra semipreciosa’.[1]Como āvártam también significa ‘remolino, rulo, rizo’, el Diccionario de la lengua española de la RAE declara erróneamente que rājāvarta significa ‘rizo de rey’.Se cree que el rājāvarta es el origen de la palabra azul.Otro nombre del lapislázuli en sánscrito es āvárta-mani: ‘joya de pirita’.

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Lapisl%C3%A1zuli

No hay comentarios.: