El significado de esta popular expresión española, con influencias del “caló”*, es hacerse, a propósito, el inocente o el distraído, desentenderse a posta de alguna cuestión o disimular que no se ha escuchado o ha pasado inadvertida una pregunta directa o indirecta. La frase suele ser utilizada con el sentido de reproche del interlocutor que habla al que se desentiende de la pregunta o cuestión planteadas. La influencia del caló es el vocablo “longuis” o “longui” (se utilizan ambos en el lenguaje cotidiano) que es sinónimo de inocente, tonto o alelado.
Deseamos aclararle a nuestros lectores turistas que en la Argentina no se utiliza este dicho, sino su sinónimo ya publicado "Hacerse el sota" y los demás equivalentes citados en dicho post.
Fuente: Carlos Rivera
Referencias:
(*) El caló (zincaló o romaní español) es una lengua variante del romaní utilizada por el pueblo gitano, fundamentalmente en España, que no tiene una distribución territorial fija. Encuadrada dentro del grupo septentrional, subgrupo ibérico / occidental del idioma romaní. Está hablado por una población estimada entre 65.000 y 170.000 en España, Francia, Portugal y Brasil. Tiene una marcada influencia de las lenguas romances con las que convive, fundamentalmente del castellano, y en mucha menor medida del euskera (que no es lengua romance). La misma tiene varios dialectos: caló español, caló portugués, caló catalán, caló vasco o erromintxela y caló brasileño (Wikipedia).
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