Esta locución proverbial se utiliza en situaciones o casos de extrema necesidad y gravedad, en los que es necesario apelar a la utilización de recursos extremos para resolver un problema. En definitiva : ante disyuntivas de gran magnitud, soluciones de gran magnitud. Aunque, en ocasiones, y especialmente en política, la locución se devalúe en el sentido de parchear la situación extrema a la que se ha llegado, aplicando remiendos, con lo que podría chuscamente decirse que “a grandes males, grandes remiendos”.
En su célebre poema épico de “La Araucana”, el escritor Alonso de Ercilla presenta otro punto de vista. Según Ercilla: "Que no es buena la cura y experiencia, si es más seria y peor que la dolencia".
Fuente: Carlos Rivera
Imagen: Wikipedia
Alonso De Ercilla Y Zúnñiga
Don Alonso de Ercilla y Zúñiga nació en Madrid el 7 de agosto de 1533, ligado a la nobleza y hombre culto, fue paje del futuro Rey Felipe II y acompañando a éste realizó diversos viajes por Europa. En 1555, el joven Alonso se embarcó rumbo al Perú con Jerónimo de Alderete, quien falleció en las cercanías de Panamá, y posteriormente llegó a Chile en 1557, formando parte de la expedición del nuevo gobernador García Hurtado de Mendoza. Luego, el 26 de junio de aquel año, los españoles desembarcaron en la Isla Quiriquina, desde donde pasaron a la destruida ciudad de Concepción (hoy Penco) donde construyeron un fuerte para repeler los constantes ataques de los araucanos.
Tras sangrientos combates siguieron hacia el sur, hasta finalmente llegar a la isla grande de Chiloé, desde donde comenzó el retorno. El propio Ercilla puntualiza haber sido el primero en llegar a las costas chilotas, y es exacto en señalar la hora y la fecha (28-II-1558):
"Aquí llegó, donde otro no ha llegado,
don Alonso de Ercilla, que el primero
en un pequeño barco deslastrado,
con solos diez pasó el desaguadero
el año de cincuenta y ocho entrado
sobre mil y quinientos, por Hebrero,
a las dos de la tarde, el postrer día,
volviendo a la dejada compañía".
(Estrofa XXIX, Canto XXXVI de "La Araucana")
De este modo, el poeta y soldado Ercilla estuvo en el teatro de operaciones de la Guerra de Arauco en 1557 hasta finales del año siguiente, luego que un incidente ocurrido en la ciudad de La Imperial fuera la causa de su destierro al Perú, ordenado por el gobernador García Hurtado de Mendoza.
Como hemos visto arriba, compuesta en octavas reales y dividida en Tres Partes con un total de XXXVII cantos, "La Araucana" de don Alonso de Ercilla y Zúñiga, es el primer gran poema épico dedicado a la conquista de América y el mejor en lengua castellana. Al respecto decía don
Roque Esteban Scarpa, Premio Nacional de Literatura 1980.
"...Chile tiene el honor, gracias a don Alonso de Ercilla y Zúñiga, de ser la única nación posterior a la Edad Media cuyo nacimiento es cantado en un poema épico como lo fueron España con el "Poema del Cid", Francia con "La Chanson de Roland" o el pueblo germano con "Los Nibelungos..."
La Primera Parte del poema consta de 15 cantos, y narra, como se ha dicho, los comienzos de la conquista de Chile. Con una visión renacentista del paisaje y del hombre americanos, y con singular acierto, Ercilla describe las hazañas bélicas que protagonizan españoles y araucanos, exaltando la bravura de estos últimos en la defensa de su tierra y su libertad. Careciendo de este modo de un sólo héroe, la obra fue así inicialmente escrita en el escenario de los hechos que canta:
"... muchas veces en cuero por falta de papel, y en pedazos de cartas, algunos tan pequeños que apenas cabían seis versos, que no me costó después poco trabajo juntarlos; y por esto, y por la humildad con que va la obra, como criada en tan pobres pañales; acompañándola el celo y la intención con que se hizo, espero será parte para poder sufrir quien la leyere las faltas que lleva...". (Del Prólogo de don Alonso de Ercilla y Zúñiga)
Desde su aparición, en 1569, "La Araucana", costeada por su propio autor, obtuvo éxito, lo que obligó a Ercilla a preparar la Segunda Parte en 1578 y, más tarde, en 1589, la Tercera. El poema completo, con sus Tres Partes, se publicó en Madrid, por primera vez, en 1590. Valorada desde sus inicios, esta pieza clave del Siglo de Oro español, aparece ya distinguida en el escrutinio de los libros del Quijote de Miguel de Cervantes, donde es destacada conjuntamente con "La Austriada" de Juan Rufo y "El Monserrat" de Cristóbal de Virués.
Ya casado con doña María de Bazán y habiendo sido nombrado gentilhombre de la Corte y Caballero de la Orden de Santiago, don Alonso de Ercilla y Zúñiga, que desde 1580 ejerció como censor de libros por encargo del Consejo de Castilla, falleció en Madrid el 29 de noviembre de 1594.
Fuente: Los Poetas Punto Com
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