“Siempre que llovió,
paró” pensaba
Orlando Varela, vendedor ambulante de profesión, mientras guardaba con una mano
los paraguas en una bolsa negra de consorcio y con la otra sacaba anteojos de
sol para exhibir en su mesa plegable que hace las veces de mostrador sobre la
vereda de la
Avenida Corrientes.
Es Orlando quien nos llevará de la mano (con la
primera que le quede libre) por la vereda de la ignorancia hasta dejarnos cara
a cara con el conocimiento y al final saber el origen, como llegó hasta
nuestros días este dicho popular.

Se tiene al chusmerío por ocupación de la chusma, ese “conjunto de gente soez”. Contra lo que parece, la palabra chusma tiene uso regional pero su origen es el latín vulgar y, con más precisión, proviene de “ciusma”, del genovés antiguo.

